En Chile, los efectos de la paridad Euro-Dólar e inflación se están sintiendo con fuerza. En el mes de abril, el precio del aceite pasó de $1.700 a más de $3.500 el litro, producto de la invasión de Rusia a Ucrania. Algunos supermercados han congelado los precios o han aplicado promociones específicas para los productos de la canasta básica y potenciar sus marcas propias.
Además, el sueño de la casa propia se diluye con el aumento en el valor de la Unidad de Fomento (UF) que ha traspasado la barrera de los $33 mil, sumado a que el dólar sobrepasó los mil pesos.
Según la última Encuesta CEP (Centro de Estudios Públicos), el 27% de las personas cree que su situación económica es «mala» o «muy mala» (+12 puntos). Por otro lado, las personas que pensaban que era «buena» o «muy buena», pasó de 31% a 23% (-8 puntos). Al momento de mirar hacia el futuro, el 22% supone que su situación económica será mucho peor (+12 puntos). .
Paridad Euro-Dólar e Inflación: efectos en los hábitos de consumo
Un Informe del Banco Central de 2020, donde se analizaban las dinámicas y determinantes de este fenómeno, señalaba que «una alta inflación disminuye el bienestar de la población, tanto por su efecto adverso en el crecimiento y, por tanto, en los ingresos de los hogares, como por la manera en que afecta al poder de compra, en particular de los hogares más pobres y que dependen más del mercado laboral».
¿Qué dice la Cámara Nacional de Comercio?
En un comunicado de prensa, la CNC reportó que las ventas minoristas de las regiones de Valparaíso, Biobio y La Araucanía experimentaron fuertes bajas anuales en el mes de mayo. Las categorías en que se ven caídas más pronunciadas en los bienes durables que en los semidurables (vestuario y calzado), cayendo el primer grupo por sobre el 30% en las tres regiones.
Según Bernardita Silva, gerente de estudios de la CNC, «claramente la menor liquidez y la mayor inflación está afectando el poder adquisitivo de los hogares, y con esto se afectan también sus decisiones de consumo, sobre todo de bienes que no son de primera necesidad».
Inflación y Transformación Digital
El Informe «Global Consumer Insights Pulse Survey» de PwC destaca que el nuevo cliente (phydigital) se mueve por distintos canales de manera online y offline, está más informado -debido a la hiperconexión y la hiperinformacion- y es más exigente. También, se interesan por lo que van a comprar: investigan, comparan y consultan las reseñas de otros usuarios. La gran mayoría lo hace a través de las plataformas digitales.
Por lo que, esto se traduce en un proceso de compra completamente digital o híbrido, en el caso de que el cliente acuda presencialmente a un establecimiento para adquirir el producto. Hay que considerar que el proceso de compra híbrido puede realizarse a través de ambas vías. En otras palabras, una persona puede interesarse por el producto de forma física y finalizar la compra a través de plataformas digitales o viceversa. Las empresas deberán adoptar estrategias omnicanal para que aceleren su crecimiento.
Finalmente, el estudio refleja que los hábitos de compra se han visto afectados por la inflación. El 81% de los clientes asegura haber comprado productos por tres o cuatro canales digitales. Además, el incremento de los precios, en el caso de los alimentos, ya representa una preocupación para el 56% de los consumidores online y el 65% de quienes compran en las tiendas físicas.
Esto demuestra que la digitalización es clave para los negocios físicos, en un contexto inflacionario y es necesaria una adaptación a ambos mundos: offline y online.
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